miércoles, marzo 12, 2008
Dame una onomatopeya
Con la frente como una bandera perdida
te arrastro cuando estoy solo
por calles heladas
por cuartos negros
proclamando infortunios
No quiero abandonar
tus manos claras y complicadas
nacidas en el encerrado espejo de las mías
Todo lo demás es perfecto
todo lo demás es todavía más inútil
que la vida
Excava la tierra bajo tu sombra,
un estanque junto a los senos
donde hundirse
como una piedra
Paul Éluard
Siempre fui una mujer de extremos, sin términos medios, sin grises; sin embargo no dejo de sorprenderme de mí misma.
Es pasmosa la facilidad que tengo para ser feliz con pequeñas cosas y es demoledora la misma facilidad que tengo para no serlo.
Puedo tocar el cielo por unos días al sol lejos del mundo y puedo morir de agonía por culpa de un día aburrido.
Una llamada y las palabras justas pueden hacerme saltar el corazón. :)
Ahora se me antojan caricias. ¡Plim!
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